No
sé cómo accedí a salir con él para tomar unas cervezas. Era feucho,
desgarbado, sosaina, sin conversación. Menudo garrulo. Bebí de puro
aburrimiento, para disimular los embarazosos silencios. Cogí un pedo de
antología. Al final de la noche, cuando me impidió coger el coche y
pidió un taxi, supe que sería el padre de mis hijos.
Publicado en los Relatos del verano de La Esfera Cultural
DEDICATÒRIA: DE LOS SERES DE ESTE REINO
Hace 11 horas
5 comentarios:
Porque el amor es mirar en la misma dirección,despues del cruce...
A veces se va en dirección contraria y los más afortunados, en la misma dirección. Un beso Ana.
Me gusta leer, escribir,fotografíar...
He pasado por aquí y me quedo
Besicos salados.
Bienvenida Cabopá.
¡Ya ves! ese cita de verano hacía donde la llevo... Me gustó.
Besitos
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