Estoy enamorada del carnicero. Todos los días le compro
género. Me pongo el vestido más bonito que tengo, me arreglo el pelo y me echo
mi perfume más caro. Me gusta observar sus fuertes brazos mientras despieza un
pollo con golpes certeros de hacha o cuando corta muy finos los filetes. Yo sé
que no le soy indiferente porque me mira el escote con disimulo y baja los ojos
cuando me habla. Cuando lo tenga en el bote le propondré descuartizar a mi
marido.
(Micro participante Premio Revista Eñe de Literatura Móvil 2011)
10 comentarios:
jajajaja...muy bueno, no esperaba el final, me alegro de tu visita a mi blog, yo también me quedaré por aquí.
Un abrazo!
Me encanta este blog, entre lo épico y lo místico, esta forma tuya de enseñar los reflejos de tu alma. Ahora, al atardecer, frente al mar del verde olivar, tus palabras suenan a magia eterna.
Besos desde esta tierra denominada con el sobrenombre del Santo Reino.
Una visión fresca y sangrante del amor y el desamor. Me ha gustado mucho. Rompiendo tópicos.
A mí siempre me "ponía" el quesero. Tenía unas manos preciosas y eran tan calladito.
Mar muy bueno, recuerdo haber leído este micro en la página y ya me gustó. Ahora que tengo la oportunidad te lo digo. Excelente.
Un saludo.
me ha gustado mucho tu blog y especialmente este micro con su coqueteria, su deseo, su tremendo desenlace de amor y muerte.
Muchas gracias Montse, Luisa, Nicolás.
Bienvenida, Puri.
Genial, imaginativo, gracioso, ágil; escribes de maravilla Mar. Enhorabuena.
Je, je, le estoy pegando un repasito a tus micros y este final me ha encantado.
Un beso, Mar, seguimos la conversación, tenemos ya tantos lugares en común...
Muchas gracias Elisa, viniendo de tí, es un privilegio. Tú estás que te sales. Un beso.
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