Si tú no me hubieras
querido, hubiera podido terminar mi tesis, hubiera podido dormir con la luz
encendida, hubiera podido tener un gato, hubiera podido viajar a Australia,
hubiera podido sorber la sopa. Pero no, tuviste que quererme, y ahora, cuando
el último grano de arena de mi vida se ha colado en la parte de abajo del
reloj, puedo ver, a través de la mascarilla de oxígeno, cómo el médico te pone
un papel delante y necesito tu permiso hasta para morirme.
(Participante en Premio Revista Eñe de Literatura Móvil 2011)
10 comentarios:
Buenísimo. El colofón: ese permiso de él hasta para morirse. Hay que cambiar eso en la vida real.
Par de abrazos.
Que alguien me enchufe una mascarilla de oxígeno, que me ha dejado sin aire....literalmente, al llegar al final. Tajante y duro.
Muchas gracias, Lola, muchas gracias Montse. Desgraciadamente todavía se ven dependencias así. Es verdad, hay que cambiarlo.
Un beso.
Qué situación tan triste, Mar. Y ese final que te hace preguntar por qué el final tiene que ser así.
Muy buenos tus relatos. Me alegra tener la oportunidad de leerlos. Un abrazo.
Espero que, aunque no haya hecho algunas cosas por estar con él, hayan hecho buenas cosas juntos.
Espero (algo que contrarreste ese final)
Un beso.
Coincido en que el final es contundente pero llevo un rato dando vueltas a ese "si tú no me hubieras querido". ¿Y ella?¿también le quiso?¿por qué parece que el le ha robado la vida? si fue por amor seguramente le dio otras cosas... no sé..
Saludillos pensativos
Sí, ella estuvo muy enamorada, pero renunció a muchas cosas. Muchas veces ocurre que la otra persona te absorbe tanto que vives a su sombra. A veces incluso feliz, pero a su sombra. Al final de su vida pone en una balanza su amor por él y a ella misma, sus ilusiones, sus proyectos, y ve que ha perdido. Por eso se plantea cómo le hubiera ido la vida sin él. Un abrazo Puck.
Mar, me ha gustado mucho ese abanico de posibilidades que abres con el si no... me ha encantado. A veces un acontecimiento, un suceso se hubiese podido evitar... no, yo creo que no. Las cosas suceden y luego no vale la pena lamentarse.
Es muy buen micro.
Un saludo.
PD: Yo también participe en Relatos Eñe, me encantó.
Gracias Nicolás. Otro micro mío quedó finalista. Lo puedes leer en Premios. Se llama Supongamos el envés de la historia.
Magistral.
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