jueves, 17 de noviembre de 2011

Revista Digital miNatura nº 114

Mundo Asimov


El reloj

Había tenido Onofre una semana muy penosa. Su jefe le había exprimido hasta su último aliento, multitud de facturas dormían acumuladas en el buzón, su madre venía a comer el sábado y él, como siempre, no tenía ni perrito que le ladrara. Comenzó a sentirse mal de vuelta a casa.
- ¿Tiene usted hora? -, le pregunta un señor en el autobús. Onofre está sentado muy tieso y parece no haber oído la pregunta.
- Perdone, ¿tiene usted hora? -, vuelve a repetir el tipo del bigote.
- No tengo tiempo-, contesta al fin Onofre con una extraña voz metálica.
- Bueno, no se preocupe, le preguntaré a otra persona.
- No tengo tiempo - , reitera Onofre como ido.
- ¿Se encuentra usted bien, necesita ayuda?.
- No tengo tiempo, no tengo tiempo, no tengo tiempo, no tengo... -, va diciendo mientras se baja precipitadamente del autobús ante la mirada de los pasajeros que observan, atónitos, sus movimientos descompasados.
Después de tropezar seis veces sin obstáculo aparente alguno y con una mano casi paralizada, llega a casa. Corre a coger un destornillador y abre como puede el dispositivo que tiene detrás de la nuca. Se cambia la batería. Recupera el movimiento de la mano. Vuelve a latir al compás, aliviado. Ya puede ponerse en hora.


En la página 6 de la Revista Digital miNatura nª 114, cuyo tema es: Mundo Asimov.

20 comentarios:

Luisa Hurtado González dijo...

Ja, te vi y te leí, te llevo adelanto... por todo lo demas sólo me muero de envidia.
Un besote, Luisa

Nicolás Jarque dijo...

Mar, es un relato que esconde una fina ironía - la que no somos maquinas, aunque pretendan que lo seamos -. Yo más que un relato fantástico - que lo es y muy bueno - lo encuadraría en un relato realista. Muchas veces se nos gasta la batería.
Me encantó.
Un abrazo.

El conocimiento es un amigo mortal dijo...

Querida Mar:

El problema no es si podremos construir un robot capaz de pensar y sentir, el problema es a qué hemos reducido el concepto de pensamiento y de sentimiento desde que nos hemos propuesto semejante empresa...
Me da pánico pensar en una sociedad del futuro construída sobre bases y fundamentos materialistas, donde sólo la Economía sea el Evangelio del mundo. ¿ Cuál será el papel de los escritores ? Eres una precursora, Mar.

Un abrazo fuerte.

Maite dijo...

Ya te lo dije ayer, pero no me importa nada de nada volver a leerte y darte la enhorabuena una vez más, estoy convencida de que pronto lo haré de nuevo :)

Mar Horno dijo...

Hola Luisa, perdona pero morirte de la envidia, nada, sólo de satisfacción por tus buenos micros. Un beso.

Mar Horno dijo...

Nicolás, con la vida que llevamos todos somos un poco robots. Un saludo realista.

Nel Morán dijo...

Cuando enciendo el ordenador me siento muchas veces como tu personaje. Me siento perdido y metido en la intemperie del tiempo, que siempre me domina. Felicidades Mar.

Blogsaludos

Mar Horno dijo...

Hola conocimiento, la verdad es que da terror pensar a dónde queda relegado hoy día el sentimiento y el pensamiento. Todos nos hemos convertido en robots y bastante básicos. Si Asimov levantara la cabeza... Un saludo.

Mar Horno dijo...

Ay Maite, con tal de que tú me leas soy capaz de colgar el micro en todas partes. Un beso y ojalá me felicites muchas veces porque vuelvas al blog y disfrutes con lo que leas.

Mar Horno dijo...

Adivín, en este mismo instante, me gustaría desconectarme o ponerme una pila nueva o salir corriendo y perderme en una isla, todas las opciones igual de apetecibles. Los humanos tendríamos que tener un botón para apagar de vez en cuando, aunque pensándolo bien, ya tendremos tiempo de estar apagados cuando hayamos muerto. Un saludo recargado.

Unknown dijo...

Te había leído, Mar. Y releído, como hago con todos tus textos.

Enhorabuena por la publicación!!!

Mar Horno dijo...

Hola Patricia, releer siempre es un placer cuando nos gusta. Enhorabuena también a tí, que me acompañas en este número. Prefiero visitar tu blog y comentarte allí tu texto en miNatura. Un beso.

Laura dijo...

Hola Mar, me ha gustado mucho tu batería gastada en un cuerpo agotado. Quienes inventamos o trabajamos con máquinas, software, o hardware ...creemos que por mucho que queramos nunca podremos sustituir lo esencial : "la creatividad".

Personalmente : jamás intentaré hacerlo.

Un abrazo des -
demispalabrasylasvuestras.

Mar Horno dijo...

Hola Laura, el ser humano nunca deja de asombrarme, para bien y para mal. Yo creo que por esa capacidad de creatividad nunca podrá ser sustituido. Un beso muy grande.

Lola Sanabria dijo...

Buen relato, Mar. ¡Enhorabuena!

Abrazos con todo el tiempo del mundo.

Odys 2.0 dijo...

Me ha venido al magín la imagen del conejo blanco, siempre con prisas por llegar a ninguna parte. Pero la imagen más certera es, sin duda, la que nos presentas como remate, ese ente robotizado al que, literalmente, se le agotan el tiempo y las pilas.

Enhorabuena...

Elysa dijo...

Me gusta tu manera de escribir, me llegan las imágenes de una manera muy clara. Este además me gustas porque me aficioné a la ciencia ficción gracias a los robot de Asimov


Besitos

Alberto Proset (Ojodegato) dijo...

Vale. Robot es, pero no me dirás que no existe cierto paralelismo entre correr a casa porque se te acaba la pila, y la prisa por llegar cuando uno es humano y se hace pis.
No me odies por el comentario, pero es que yo soy muy de andar por casa.
Es una historia fantástica. Y ya me voy, que no tengo tiempo...

Mar Horno dijo...

Lola, refleja el robot que todos llevamos dentros.Un beso.

Odys, la verdad está ahí fuera. Nadie ha conocido a nadie sospechoso de ser un robot. Yo si. Un saludo.

Mar Horno dijo...

Elysa, yo, como tú, fui muy aficionada a Asimov, de hecho, tengo todos sus libros y además me los he leído. Son geniales. Un beso.

Alberto, el paralelismo existir, existe. Le cambias dos palabras y es real como la vida misma y sus necesidades básicas, ja, ja, Desde luego sabes ver el lado cómico de la vida. Te envidio. Un saludo.

Publicar un comentario