lunes, 28 de mayo de 2018

Idiosincrasia de los milagros

San Judas siempre tenía alguna velita encendida en la iglesia. También algunas flores, pocas, incluso medallitas de plata con forma de corazón. No llamaba mucho la atención porque los vecinos tenían especial cuidado de rezar también a los otros santos y ponerles ofrendas para que ningún forastero sospechara. Y es que todo el pueblo sabía, pero nadie contaba, que el Tadeo concedía aquello que se le pedía. Aunque a su manera. Si no, que se lo digana la Puri que suplicó tener un hijo y le vinieron septillizos; o a la Asunción que solicitó que su marido no bebiera más y a los pocos días el susodicho murió desecado. Los poetas eran los únicos que no pisaban el templo, temerosos de perder los imposibles con los que alimentaban sus versos. Un día, el Coronel se acercó al templo y rogó al santo. Enseguida le brotó del muñón de su brazo amputado, una enorme pinza de cangrejo. Le resultó algo incómoda y seguro que le costaría meterse las camisas pero sonrió al pensar en su utilidad para abrir el corazón de las mujeres.

La imagen puede contener: comida



En la Revista Quimera nº 371.

2 comentarios:

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Enhorabuena por la publicación. Contundente sin duda.

Juan dijo...

Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor medio ambiente, por favor comuníquese con el Dr. ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com también puede llamar o WhatsApp +2348052394128

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