En el pueblo hace tiempo que no anidan las cigüeñas. Vuelan de paso a otras tierras más pobladas. Pero yo nunca pierdo la esperanza de que, por descuido, se les caiga alguno. Cuando a comienzos de la primavera pasan las primeras, observo el cielo sin descanso. Un año tras otro. Hace dos días, por fin, vi uno bajar a toda velocidad. Corrí cojeando todo lo que pude pero la Eulogia estaba al acecho y le echó mano a la misma vez que yo. “Es mío, lo vi primero”. “Pero yo lo agarré y no dio con la cabeza en el suelo”. “Es para mí”. “No, para mí”. Al final, decisión salomónica. La mitad para ti, la mitad para mí. Lo echamos a suertes. A mí me tocó la parte de abajo y a ella la de arriba. Yo le cambio los pañales y le hago primorosos patucos de lana. La Eulogia le da de comer y lo peina. Pero lo que no puedo soportar es que a ella le dedique sus lindas sonrisas de ángel.
Allí estoy bien acompañada por Jordi Masó, Luz Leira, Pedro Herrero y Ernesto Ortega. Volver a casa, que se llama eso. Muchas gracias Micro.
19 comentarios:
Enhorabuena Mar. Menudo trato..jiji
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Gracias DAVID, decisión salomónica, que se llama. Un abrazo.
Ya lo leí en La Micro, pero me ha encantado releerlo. Cuantas ganas tengo de conocerte, a ver si estando a tu lado se me pega algo.
Fuerte abrazo.
Mar, lindo de veras.
Un beso
Mar, ¡Enhorabuena! Es un relato como bien indica Don Flores, muy marhorniano y por eso es gusto leerlo y releerlo. Tiene ese toque surrealista que tanto se agradece en los microrrelatos, que bien mezclado es un gran regalo para los lectores.
Un abrazo y a seguir así.
Reiteromaquí mi enhorabuena, Mar.
Dónde haya un premio a la buena literatura, allí estás tú.
Un abrazo.
Enhorabuena, Mar! Es una alegría leerte de nuevo. Ah, y estoy deseando tener esos "precipicios" en mis manos. Un abrazo
YOLANDA, ojalá fuese junio ya y pudiésemos vernos. Un beso.
MEI, gracias. Espero verte allí pronto.
NICOLÁS, gracias, los subrrealistas son los que más me gustan, pero me cuestan mucho de sacar. Un abrazo.
PEDRO, que me parece que como siempre, no eres objetivo, que me lees con muy buenos ojos. Un abrazo.
FRANCESC, en septiembre podrás tener el libro. Parece que quedan muchos meses, pero es la vuelta de la esquina. Un abrazo.
Ja, ja, menudo toque macabro. Felicidades, mar.
Te lo repito, Felicidades, Mar. Qué me gusta tu estilo, tus historias, tus mentiras tan verdaderas. Eso escribes, mentiras de verdad.
Un abrazo.
Glorioso surrealismo. Me encanta dejarme caer por tu blog. Siempre me voy contento, o emocionado, o sorprendido...
En este micro me parece que las cosas no están igualadas. A la pobre protagonista le ha tocado la parte más blanda... y olorosa.
A mí me parece un texto macabro, de pésimo gusto. Claro que yo no soy palmero-de-microrrelatista-de-turno. Si lo firmase otra persona, no tendría comentarios o, a lo sumo, comentarios negativos.
Tremendo y duro microcuento, con dos personajes siniestros. A mí me gustó, mucha imaginación en tus letras...
¡Saludos!
Me gustan mucho tus micros, si te apetece compartirlos con nosotros echa una ojeada aquí:
http://280ypunto.blogspot.com.es/
Un saludo. marga.
Qué curioso, yo no veo a los personajes siniestros ni al micro macabro. Son dos mujeres ansiosas de maternidad y un niño compartido. Nadie dice que lo hayan cortado por la cintura. Y evoca mucho aquellas relaciones en las que uno se queda con la mejor parte y otro se traga los marrones (nunca mejor dicho). ¿O nadie conoce una madre anciana cuidada por una hija (o hijo) sacrificada y que le dedica todas sus sonrisas al que aparece por allí de cuando en cuando? Pues lo mismo, pero en bebé.
Jolín, Elisa, lo has clavado. Un besazo.
A mi me gusta mucho y la visión de Elisa le da otra perspectiva muy interesante.
En realidad yo pasaba por aquí para felicitarte por tu tercer puesto en la final anual de REC. Me fascinó ese micro desde la primera vez que lo oi y, aunque había algunos muy buenos, creo que bien podías haber quedado más arriba. Desde luego no me gustó el ganador.
Saludos.
No paras de sorprenderme con tu inmensa imaginación , Mar.Precioso micro. Un saludo, Sotirios.
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